
...Mas siempre que pongo, San Juan murmurante,
el codo en el puente, la mano en la sien,
y siempre que miro los rayos de luna,
que van con tus hondas jugando tal vez,
cavilo que fuiste, cavilo lo que eres.
Matanzas, Ciudad de los Puentes
La provincia cubana de Matanzas, ubicada a unos cien kilómetros al este de la capital cubana, es conocida internacionalmente por acoger a una de las más bellas playas del mundo, Varadero. Pero son pocos los que conocen es que ese territorio se identifica con cuatro sobrenombres: la Venecia de América, la Nápoles de América, la Ciudad de los Puentes y la Atenas de Cuba.
Fundada con el nombre de San Severino y San Carlos, los españoles la llamaron la Venecia de América por sus ríos, pasarelas y canales.
En su apacible bahía, llamada Guanímar por los aborígenes que habitaban aquellas tierras, se produjo un enfrentamiento con los colonizadores que navegaban por la zona, refiere en sus crónicas el Padre Bartolomé de las Casas.
En 1509, la bahía adoptó el nombre de Matanzas y al fundarse la ciudad el 12 de octubre de 1693, se le llamó San Carlos y San Severino de Matanzas.
A la denominada actualmente Matanzas, la capital provincial, la atraviesan tres caudalosos ríos: el Canímar, Yumurí y San Juan, y sus numerosos afluentes. Sus habitantes son más de 144 mil, según el censo de 2004.
Ello dio lugar a que, desde épocas coloniales, durante 281 años, la urbe se fuera plagando de un alto número de pasarelas y uniones de mayor o menos tamaño entre unos y otros extremos a lo largo de estas vías acuáticas.
El pueblo la bautizó como la Ciudad de los Puentes, que es como mayoritariamente se le reconoce en la actualidad. Muchos quedaron en las historias de los huracanes e inundaciones que sufrió la zona, y fueron remodelándose o cambiando de lugar para evitar los desastres naturales.
En el presente existen 21 puentes, once de ellos construidos o terminados después del triunfo de la Revolución, siete se edificaron entre 1904 y 1951, tres datan del siglo XIX.
Hay cuatro sobre el río Yumurí, y siete en el San Juan, si se considera doble el más cercano a la desembocadura. La relación se amplía con tres en el río casi seco de Buey Vaca, y otro trío sobre el Canímar, uno más para el ferrocarril, que se cruza con la carretera central en la zona de Gelpi, otro doble en el Viaducto, a la altura de la playa El Tenis, el también elevado a la entrada del barrio de Dubrocq, y el gigante Bacunayagua, según reconocen informaciones diversas de la prensa matancera.
Es una respuesta decorosa ante la necesidad de salvar ríos más o menos caudalosos, enlazar el tránsito automotor, peatonal y ferroviario, comunicar unos barrios con otros, acarrear gran cantidad de mercancías entre localidades y responder a las crecientes operaciones portuarias.
el codo en el puente, la mano en la sien,
y siempre que miro los rayos de luna,
que van con tus hondas jugando tal vez,
cavilo que fuiste, cavilo lo que eres.
Matanzas, Ciudad de los Puentes
La provincia cubana de Matanzas, ubicada a unos cien kilómetros al este de la capital cubana, es conocida internacionalmente por acoger a una de las más bellas playas del mundo, Varadero. Pero son pocos los que conocen es que ese territorio se identifica con cuatro sobrenombres: la Venecia de América, la Nápoles de América, la Ciudad de los Puentes y la Atenas de Cuba.
Fundada con el nombre de San Severino y San Carlos, los españoles la llamaron la Venecia de América por sus ríos, pasarelas y canales.
En su apacible bahía, llamada Guanímar por los aborígenes que habitaban aquellas tierras, se produjo un enfrentamiento con los colonizadores que navegaban por la zona, refiere en sus crónicas el Padre Bartolomé de las Casas.
En 1509, la bahía adoptó el nombre de Matanzas y al fundarse la ciudad el 12 de octubre de 1693, se le llamó San Carlos y San Severino de Matanzas.
A la denominada actualmente Matanzas, la capital provincial, la atraviesan tres caudalosos ríos: el Canímar, Yumurí y San Juan, y sus numerosos afluentes. Sus habitantes son más de 144 mil, según el censo de 2004.
Ello dio lugar a que, desde épocas coloniales, durante 281 años, la urbe se fuera plagando de un alto número de pasarelas y uniones de mayor o menos tamaño entre unos y otros extremos a lo largo de estas vías acuáticas.
El pueblo la bautizó como la Ciudad de los Puentes, que es como mayoritariamente se le reconoce en la actualidad. Muchos quedaron en las historias de los huracanes e inundaciones que sufrió la zona, y fueron remodelándose o cambiando de lugar para evitar los desastres naturales.
En el presente existen 21 puentes, once de ellos construidos o terminados después del triunfo de la Revolución, siete se edificaron entre 1904 y 1951, tres datan del siglo XIX.
Hay cuatro sobre el río Yumurí, y siete en el San Juan, si se considera doble el más cercano a la desembocadura. La relación se amplía con tres en el río casi seco de Buey Vaca, y otro trío sobre el Canímar, uno más para el ferrocarril, que se cruza con la carretera central en la zona de Gelpi, otro doble en el Viaducto, a la altura de la playa El Tenis, el también elevado a la entrada del barrio de Dubrocq, y el gigante Bacunayagua, según reconocen informaciones diversas de la prensa matancera.
Es una respuesta decorosa ante la necesidad de salvar ríos más o menos caudalosos, enlazar el tránsito automotor, peatonal y ferroviario, comunicar unos barrios con otros, acarrear gran cantidad de mercancías entre localidades y responder a las crecientes operaciones portuarias.
dando un vistazo a tu magnifico blog
ResponderEliminarun saludo desde Reus Catalunya